La Revolución es la Devolución: Estado, Devuélveme mi plata!!

La Revolución es la Devolución

La cura contra el estatismo

Autor: Victor Chigne

Partamos de una idea muy sencilla:

¿Qué pasaría si en lugar de que el estado sea el propietario de los recursos de la nación, lo fuera la gente?

Esta pregunta tiene una respuesta bastante sencilla: Todo cambiaría. Se crearía una sociedad totalmente nueva y sustancialmente mejor.

Vamos a desarrollar esta idea, a analizar objeciones a ella y a mostrar como sería la sociedad nueva.

El cambio que se propone es muy conseguible, no requiere derramamiento de sangre ni ganar elecciones y es algo que la gente reconocerá de inmediato como bueno, así que los políticos que se opongan a ella serán castigados en las urnas.

Consiste en designar como propietarios de las rentas de la nación a los ciudadanos en lugar de al estado.

Vamos a ver como es esta idea:

Es simple y sencilla. En lugar de entregarle al gobierno la plata de las mineras, concesionarias, privatizaciones, etc, que se la devuelvan a la población.

Se creará un fondo para recibir todos los recursos generados por bienes comunes como licencias

ondas de radio y TV, concesiones de carreteras, puertos, aeropuertos, concesiones forestales, mineras, privatizaciones de empresas públicas, etc.

El destino de los pagos originados por los recursos renovables y no renovables será como sigue:

  • 5% para los propietarios de las tierras en las cuales se realiza la explotación, en caso de haberlos.
  • 10% para los habitantes del distrito.
  • 10% para los habitantes de la provincia.
  • 25% para los habitantes del país.
  • El restante 50% se aportará a un fondo de riqueza individual, heredable y vendible con la misma distribución anterior. Anualmente, las utilidades generadas por dicho fondo se repartirán a sus beneficiarios. Este modelo ya lo conocemos. Es el que se sigue en las AFP para manejar la cuenta individual de cada asociado, pero en lugar de esperar a la jubilación las utilidades se reparten anualmente.

Por supuesto que son porcentajes y distribuciones de inicio y mejorables. Hay muchas cosas que definir en el pryecto final:

  • Quienes tienen derecho a esto (probablemente los residentes con más de 5 años en la zona)
  • ¿Se da a todo el mundo o solamente a mayores de edad?
  • Como se subastan los proyectos y concesiones?
  • ¿Qué características tienen que tener los Fondos de Administración de Riqueza? ¿Son las actuales AFP, Bancos, Sociedades de Inversión, Fondos mutuos?

En fin, muchos detalles. La idea principal es que de cada dólar que ingrese al estado por ciertos conceptos (cada vez más amplios) se devuelva su dinero a TODOS los ciudadanos en dos partes, una parte en forma de dinero contante y sonante y la otra en forma de un fondo de riqueza que forme capital.

Por ejemplo, supongamos que hay un proyecto minero de 4800 millones de dólares. Los impuestos aproximados y negociados durante los primero 5 años son de más o menos 2400 millones.

En la comunidad hay 3,000 habitantes. En el distrito hay 25,000. En la provincia hay un millón. En el país hay 30 millones.

  • Cada comunero recibiría veinte mil dólares.
  • Cada habitante del distrito, 4,800.
  • De la provincia, 120
  • Del país, 8.

Muy aparte, en una cuenta de inversión a nombre de cada persona quedará la misma suma. Con el rendimiento promedio de los fondos al 9% anual, cada persona recibiría:

  • Cada comunero recibiría 1,400 dólares anuales.
  • Cada habitante del distrito, 336.
  • De la provincia, 8.4
  • Del país, 0.56.

Eso es por un solo proyecto. Por los proyectos existentes más los presupuestados, muchas familias en las zonas más pobres del país recibirían entre cien mil y un millón de dólares, una familia en una provincia normal unos 2 ó 3 mil dólares anuales y una familia de lima unos 700 u 800.

A eso le sumamos licencias de pesca, licencias de comunicaciones, concesiones forestales, yacimientos de petróleo, privatizaciones de empresas públicas, etc.

Imaginemos cuanto rendirá el fondeo de riqueza de nuestros bisnietos, un capital del cuál dispondrán nada más nacer y que se ha incrementado por generaciones.

Aparte de generar un enorme fondo de riqueza acumulativo, gigantesco y en constante crecimiento.

En fin, el proceso generaría una sociedad de personas con capital y sin hambre ni pobres.

Las ventajas de este proceso son muchas y muy variadas.

Primero, se acabaría con la pobreza en unos cuantos años. Esto tiene su importancia. Las sociedades que no tienen pobres disfrutan de una tranquilidad e instituciones superiores.

La delincuencia disminuye muchísimo en este tipo de sociedades. Los caldos de cultivo de criminales tienen mucho menos campo de acción.

Una sociedad de personas bien nutridas y con posibilidades de excelente educación crece muchísimo, literal y figurativamente. Baste recordar que hasta hace 20 años la estatura del chino promedio era de 1.60 metros y hoy es de 1.77 metros. Todo en el transcurso de una generación.

Pero el cambio social es muchísimo más impactante. Vivimos en una sociedad en constante zozobra, presa de la agitación y donde hay azuzadores profesionales que se aprovechan de la ignorancia y de la pobreza de los individuos para formar masas. El que nada tiene que perder, tiene todo que ganar.

Los terroristas del ayer, formados ahora como pseudo ambientalistas, tratan de generar disturbios y miedos que ahuyenten el progreso para mantener a la gente en la pobreza. Esa estrategia es la única que mantiene ahora el socialismo después de su histórico fracaso en todos los frentes. El foro de Sao Paulo, aplicando la estrategia diseñada por Martha Harnecker desde Cuba y afinada en Venezuela, tiene ya líderes, discursos y manuales preparados para derribar a cualquier gobierno que ose promover una agenda diferente a la de ellos.

Eso sólo se puede lograr si es que la gente no ve los resultados de la inversión. Por eso es importante cerrar por completo esa vía de acceso al poder que tiene el socialismo. Por si sola esa contribución al progreso del país hace que valga la pena hacer todo el proceso.

Otra ventaja es que propone un excelente medio de control a los políticos estatistas que prometen aumentar el gasto a tasas estratosféricas. Basta con que el candidato contrario proponga dedicar esos recursos al fondo de riqueza individual para cerrarle la boca. Actualmente el presupuesto de la república es de casi 1300 dólares por persona (o sea 6500 dólares al año por cada familia estándar de 5 personas, el equivalente a casi 5 meses de su sueldo). Los individuos no perciben el enorme peso del estado porque cualquier reducción del gasto no se les devuelve y los incrementos se dan a pasos muy pequeños.

Al ser el país más receptivo a la inversión, los proyectos se multiplicarían. Actualmente, sólo en minería, hay una cartera de más de 50 mil millones de dólares de inversión. Nada más sencillo que conseguir la licencia social para estos proyectos y muchos más, en minería y otros rubros.

Una vez que el individuo tenga la cultura del fondo de riqueza, sabrá que cada dólar de más que gasta el estado pudo haber pasado a su fondo. Tendremos por fin candidatos que compitan entre sí con propuestas de reducción de gasto público y haciendo malabares para atraer más inversión al país de verdad. Un país de propietarios de capital se gobierna distinto al de un país de pobres.

¿Qué lugar habría en una sociedad sin hambre ni pobres para discursos como el de Sendero Luminoso, el etnocacerismo o el MRTA? ¿De donde saldrían las hordas de fanáticos dispuestos a matar y morir por el Pensamiento Gonzalo?

Aparte tendría un profundo impacto sobre la forma de hacer justicia, si se hace correctamente. Nuestro paradigma legal se enfoca en el criminal pero no en la víctima. En la rehabilitación pero no en el resarcimiento. El criminal nunca devuelve. Generalmente no tiene nada que se pueda encontrar. Con un fondo de riqueza, embargable a favor de la víctima, las cosas serían distintas. Para ciertos crímenes, cómo la corrupción, todo el fondo puede revertir al resto de individuos del país. Los delincuentes tendrán más razones para no delinquir, al ser más caro el delito y sería refrescante ver por una vez que las víctimas reciban algo de sus victimarios.

Revisemos ahora las objeciones posibles a la Revolución de la Devolución.

El primero es de los amantes del estado actual que dicen que solamente el estado puede manejar eficientemente estos recursos. Esto es una idiotez monumental. Estos recursos en manos del estado generan CORRUPCIÓN al por mayor. El costo de la corrupción es mayor al dinero que se queda el corrupto, también tiene costos de transacción, costos de información, licitaciones mal armadas para favorecer al corruptor, menor calidad de obras, obras que no se realizan, obras inútiles, etc.

Ahora bien, ¿se harían obras si es que el estado no tiene los recursos?

¡La respuesta es un rotundo sí! ¿En que creen que se invertirían los fondos de las administradoras de los fondos de riqueza? En cualquier obra rentable, como una buena obra de infraestructura. La diferencia sería que la utilidad del proyecto está asegurada, que la supervisión será A1 y que no habrá componendas. Un individuo que vea que su manejador de fondos de riqueza hace mal empleo de su dinero simplemente cambiará de administrador de fondo.

¡Es decir, reducimos la corrupción del estado, mejoramos los proyectos públicos y aumentamos la rentabilidad del fondo, en un círculo virtuoso!

Además, nos dicen que el individuo no sabría manejar su dinero. Que si reciben una gran cantidad de dinero algunos se lo tomarían en una semana o se dedicarían al ocio….. ¿Y qué? Probablemente algunos se lo tomarían, es lo que hacen ahora cuando tienen dinero extra. ¿Acaso por ello vamos a impedirles a todos los demás, la gran mayoría, que disfruten de su dinero en cosas útiles, que se eduquen mejor, que hagan empresa, solo porque algunos se lo tomarían? ¿Acaso con ese razonamiento impedimos que la gente de recursos le de dinero a sus hijos para que se lo gaste le fin de semana en juerga y diversión? No se sostiene. Es una visión socialista del estado afirmar que el estado sabe mejor que los individuos en que gastar su dinero. Es mucho más probable que el estado dilapide en sueldos astronómicos, obras inútiles, gastos innecesarios, corrupción y prebendas el dinero de todos a que alguna persona reciba su dinero y se lo tome.

También dirían que al tener todos un fondo de riqueza, los sueldos deberían de subir porque muchos no querrían trabajar al tener dinero disponible. ¿Desde cuándo eso es malo? Este vacío se llenará con inmigrantes, que es lo que ha pasado en todas las sociedades prósperas. ¿No sería bueno dejar de exportar empleadas domésticas a Europa y Chile? Es más, sería fenomenal que en unas cuantas generaciones el trabajo sea opcional para los peruanos. Hay que tener un profundo trauma psicológico para pensar que la independencia financiera de las personas es algo malo.

Otra objeción viene de algunos liberales, a pesar de que la Revolución de la Devolución es completamente liberal. Se puede objetar que es preferible el modelo anglosajón, donde la propiedad sobre la tierra implica la propiedad sobre los recursos naturales que se encuentren allí.

Esta objeción no resiste el menor análisis. La estructura de propiedad en dichos países implica la propiedad de los recursos naturales. Por tanto, en los cálculos de los agentes ya está descontado el precio de los hipotéticos recursos. En cambio aquí no. Al momento de adquirir tierras la estructura legal indica que los recursos pertenecen a la nación, por tanto lo antiliberal sería favorecer mercantilistamente a un grupo de propietarios en perjuicio de otro grupo de ciudadanos. Las protestas se multiplicarían y el cambio se haría insostenible.

Otra objeción del mismo lado es que se estaría otorgando dinero a quienes no han hecho nada para ganarlo. Curiosamente nunca he encontrado esa objeción cuando se habla de la herencia. Los herederos de un millonario probablemente no hayan contribuido a la fortuna del mismo. Sin embargo aceptamos que se reparta el dinero a personas que no han hecho nada por ganarlo. Se dirá que es algo voluntario, pero eso es falso. En primer lugar en el país la herencia es obligatoria. Hay herederos forzosos y si un millonario quiere legarle su fortuna a su gato en lugar de a sus hijos no puede hacerlo más que con una pequeña parte. Y esto no es coactivo. No se está quitando recursos actualmente pertenecientes a algún individuo para el fondo. Se está devolviendo recursos de un ente colectivo a los componentes del mismo.

Otra objeción es que se trataría de un regalo de dinero, tal como cualquier otro programa clientelista que consiste en dádivas a la población para obtener votos y simpatías políticas al gobernante. Esta objeción no es válida porque en primer lugar, no se está regalando dinero de otros sino devolviendo dinero. Y en segundo lugar porque no hay ningún requisito para acceder a la devolución, por lo que no hay ninguna agencia gubernamental donde funcionarios públicos decidan quién se incluye y quién se excluye, lo cual quita toda posibilidad de clientelismo.

Aún más, al darle su dinero al ciudadano, vacunamos a la sociedad contra cualquier otro intento de clientelismo futuro. Los ciudadanos libres no estarán detrás de las dádivas del gobierno porque tendrán sus fondos de riqueza, y los gobiernos no dispondrán de fondos para regalarlos a cambio de votos y apoyo político. ¡La Revolución de la Devolución elimina el clientelismo!

Los socialistas en cambio tendrían otro tipo de objeciones. Primero que su dios estado tendría menos recursos. Eso es verdad, los recursos pasarían a los individuos. Y me dirán, ¿Cómo hacemos los programas sociales? ¿Cómo redistribuye el estado a los pobres? Y les diremos: ¿Que pobres si ya no hay? Y aparte, el estado mantiene ingresos por impuestos. Esos ingresos no están afectados, sino los ingresos por explotación de recursos naturales, licencias, concesiones y permisos. Lo que no se puede tener es un estado inflado que gaste dinero a montones en programas clientelistas. Esto les aterra, pero el dueño de un fondo de riqueza no necesita caridad. Tiene su propio capital.

¿Y dónde queda la lucha de clases? En el basurero de la historia, adonde pertenece. Cuando todos tienen capital, el marxismo pierde sentido.

Los pasos exactos para implementar este esquema requieren, eso sí, de un cambio constitucional, para hacerlos permanentes. Estos fondos son individuales y completamente intangibles.

Se pueden empezar a implementar simplemente con decretos supremos, pero una vez que la gente los conozca avanzará como una bola de nieve imparable.

La Devolución hará la Revolución, efectivamente.

Addendum: Esta idea está en uso parcialmente en muchas partes. Alaska como caso emblemático, Australia, Canadá, Mongolia y algunos países más están implementando algunos aspectos del programa. Hay quienes ya tienen completamente financiado los fondos pensionarios de la nación y otros cuyo fondo de Riqueza ya mueve un dólar de cada 100 de TODAS LAS BOLSAS DEL MUNDO.

La presión ciudadana puede lograr este cambio. El clima político es propicio y la sarta de revoltosos que se aprovechan de la pobreza de la gente merecen ser derrotada antes de causar más daño.


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